Diversificación de las formas y tipos de evaluación del aprendizaje: retos para la Educación Superior

Acercar la evaluación del aprendizaje a las necesidades cognoscitivas del estudiante, en estrecho vínculo con la solución de demandas tecnológicas y el desarrollo de habilidades para poder acometer desempeños profesionales ha sido un reclamo ancestral de la Educación Superior mundial, aunque en los momentos actuales resulta un imperativo. En el plano académico, no se debe seguir propiciando que se impartan meros conocimientos para que se apliquen en determinados contextos y procesos, cuestión esta que tradicionalmente se ha manejado por pedagogos/investigadores. Es crucial volver la mirada a la formación de actuaciones deseables en los sujetos desde las más renovadoras formas de evaluación para la transformación de las realidades. Por tanto, este texto reúne varios acápites que proyectan esta visión al poner en vigor y relevancia el papel valorativo de la evaluación del aprendizaje. De esa significación se deriva para los sistemas de educación los grandes retos de instrumentar formas combinadas que favorezcan el crecimiento personal del estudiante. Como propuesta innovadora se recrea el portafolio, como instrumento de cotejo de evidencias diversas que posibilita realizar un trabajo basado en la metacognición en pos de asegurar el mejoramiento continuo del estudiante.